lunes, 19 de diciembre de 2016

Ella y yo

 ¿Y cómo no echar la culpa al destino, si lo único que nos unía era aquello que nos separaba?

- (...) pensó confusamente, al fin capturado en una trampa de nostalgia, que tal vez si se hubiera casado con ella hubiera sido un hombre sin guerra y sin gloria, un artesano sin nombre, un animal feliz.

 El recuerdo todo lo literaturiza, lo sé, la memoria embellece lo perdido y crea símbolos donde no los hay, pero ese temor a la cursilería no debiera tampoco convertir en prosaico aquello que fue conmovedor.

 Pero basta de nostalgias. Tenía que regresar.