viernes, 21 de febrero de 2014

La fugitiva

Necesitaba crear un pasado que sí poder recordar. Otra vida va tocando a su fin. Barajo destinos. (Ahora que eres tan libre - ¿adónde irás?) ¿Que por qué no comparto mis pensamientos? No me gusta cargar a nadie con mis problemas y no quiero que sus sentimientos se interpongan con mis decisiones.
Hoy, mi nuevo ángel de la guarda presentó su dimisión. Este ha durado menos aún que su precedente. Los motivos, los mismos de siempre: jornadas laborales agotadoras, suspensión vacacional, ansiedad, estrés...
Aún recuerdo cuando mandaste al primero. Y cuando me senté a su lado en aquel bar, cuando me explicó por qué se iba, lo mucho que sentía dejarme sola, lo mucho que dolía vivir en mi mente, la agonía de pensar en no llegar a tiempo un solo instante de mi locura, la idea de no poder salvarme. Vació de golpe su copa, se levantó y no volví a verle. Pero la chica del espejo me cuenta que de vez en cuando, nota que la está mirando desde el otro lado. Que vuelve para asegurarse que los nuevos cumplen con su deber. Que el primero nunca se olvida, por muchos que vengan.
Un solo de piano a medianoche será mi tributo a tu partida. Esperaré en silencio.


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