viernes, 20 de septiembre de 2013

Mi vida con el vecino

Vemos nuestras ventanas iluminadas, oigo cuando llegas de trabajar, oyes cuando me despierto y enciendo la cafetera, también te levantas. Compartimos una pared de 15 centímetros, tal vez cuando estoy sentada, leyendo, tu estás al otro lado. Tan cerca. Menos mal que no nos conocemos. Nos vimos un par de veces al salir, miradas curiosas, saludo forzado, iba con prisa. Hay más personas, todos oímos el llanto de aquel niño, el perro que no se quería callar... más y más ventanas se iluminan. Prefiero sentirme unida a ellos, desconocidos, sin nombres, sin rostros, en base a una convivencia cercana, en mundos diferentes, con vidas tan distintas. Describe tanto mi vida...
Oigo tu puerta cerrarse, debería ir a trabajar también.

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