sábado, 17 de agosto de 2013

Cache ta vie

Solo existo en el presente, mientras me estas mirando estoy allí, mientras me hablas, mientras yo te respondo con más silencio, no sabrás de donde vine, ni donde estaré cuando no nos veamos, porque seguramente no volvamos a vernos. Dolor para aquel que se atreva a acercarse.
A veces los caminos de dos personas diferentes se cruzan colapsando la estabilidad emocional de ambos y generando un equilibrio caótico en el que el mínimo movimiento devuelve las vidas a sus respectivos cauces.
La mente humana es poderosa. Dirige el teatro del que todos somos partícipes. Puedes convencerte a tí mismo de que estas enamorado, de que estas deprimido, de que estas cansado, animado, todas las sensaciones y emociones que puedan pasar por tu cabeza, sin embargo todo eso puede ser una ilusión. Puede que nunca hayas sentido nada por esa persona, puede que solo estés un poco estancado y quieras probar cosas nuevas y no se trate de una depresión. Eso da miedo. Porque imagina que eres feliz, estas tan jodidamente feliz que sonríes a cada momento, estas alegre, animado, con ganas de vivir... ¿y si es una ilusión? ¿y si en realidad estas muerto por dentro? A lo mejor simplemente tu mente quiere convencerte de que eres feliz. Por esto es tan dificil ser sincero con uno mismo. Vete tu a saber como distinguir la felicidad de la locura desesperada de una mente desequilibrada, el amor de un apego cariñoso, el mayor sueño de tu vida con un capricho engendrado en base a un
malentendido visual. Por eso da miedo pensar. ¿Quién sabe qué puedes descubrir si miras dentro de tí? ¿No es mejor vivir feliz? Pero ¿se puede ser feliz si sospechas que solo es una ilusión? Necesito más café.
Sheldon Cooper me dió una idea. En un capítulo que mitigaba el descanso de una de mis tardes explicó que las mentes necesitan a veces el desarrollo de una monótona tarea insignificante y repetitiva para sacar las ideas y conclusiones más brillantes. Pobre de mí que paso todo el día inmersa en este tipo de tareas. Se llega a cuestionar todo, la existencia, la realidad, menos mal que aún controlo el bloqueo de recuerdos. Ahí entra la música. El truco está en que el volumen de la música supere el de la voz interior que obliga a pensar.
Siempre me ha preocupado el tema de la inteligencia. A veces me acerco a los límites físicos de factores como la memoria a corto plazo, la comprensión y el más vulgar sentido común. Es frustrante notar que estás al limite de tu capacidad intelectual y vuelvo a enfocarme en la búsqueda de un desarrollo progresivo, pero siento que es demasiado complicado y envidio a las personas listas de nacimiento, que no tienen que esforzarse por el desarrollo intelectual que poseen innato.
¿Donde está el ángel al que encargaron cuidarme?

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