jueves, 13 de junio de 2013

Felicidad desesperada

Estar en estado de felicidad abatida, miras el horizonte con una espantosa sonrisa de oreja a oreja. ¿Quien sabe si es real? Es difícil distinguir los sentimientos de uno mismo, por no hablar de los sentimientos de los demás, pero a quién le importan los sentimientos de los demás. ¿Qué falta? Las emociones cambian, ¿tal vez haya demasiada espera? ¿Pero qué sería de la vida sin espera? Si pudieras tener todo de golpe sin más no querrías nada. Siempre falta algo. Siempre se necesita algo. A veces las personas necesitan estar tristes aunque no hay motivo para ello. Se inventan un problema porque la mente necesita el estado de tristeza aunque sea en pequeñas dosis. A veces, trabajando se pasa por mi cabeza si esto es la vida de los adultos en realidad. Porque de ser así es muy triste, yo soy feliz porque tengo más que eso, aspiro a más. No imagino como debe ser vivir solo de esto, sin esperanza, sin aspirar a algo más. Yo seré grande. ¿Y los demás? No me importa. Quiero encerrarme en mi egoísmo y vivir dentro. Tengo planes para alguien más pero aún llenos de sombras. No quiero pensar. Quiero dormir. También quiero tener un poco más de tiempo libre, descansar más, leer más, conocer a más gente...
Pero no puedo dejar de pensar en ese final. Todos mueren. Una loca sonrisa ilumina el rostro que mira hacia el horizonte. Tan desesperado, tan triste, y no para de sonreír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario